Los cambios de chaqueta en el entorno del Valencia

Los cambios de chaqueta en el entorno del Valencia son tan habituales como los de calcetines, y eso es algo que nos tendría que hacer reflexionar, o al menos, no precipitar a la hora de tomar determinados caminos. Repito por enésima vez algo que he dicho muchas veces: el día a que Lim se le recibió en Mestalla como si fuera una estrella del rock es uno de los más tristes de nuestra historia, y en todo este tiempo lo he dicho muchas veces, y lo mantengo.

Las calles impulsaron la llegada del máximo accionista en su momento, junto a las amenazas y los señalamientos de aquellos que pensaban distinto. ¿A nadie le suena familiar ese modo de actuar? Porque encima, para que todo sea más "casual", muchos de los que sujetaban pancartas hace una década en una dirección, ahora lo hacen en otra, y no sólo eso, sino que los que defendían entonces una postura, ahora son los líderes de la contraria.

Y eso me hace pensar que lo que pasa una vez, pasa cien, y que no hemos aprendido gran cosa, entre otras cosas porque seguimos cometiendo los mismos errores, de la misma forma, con las mismas faltas de respeto. El cambio de chaqueta es algo demasiado habitual, y no puede ser, porque no podemos pasar del azul al rojo de este modo, porque al final se nos ven las costuras, y los discursos grandilocuentes se nos acaban cayendo al suelo.