Quien no tenga ilusión por este Valencia, que se lo haga mirar

¿Alguien no tiene ilusión por este Valencia del Pipo Baraja? La pregunta es sencilla, es directa, y realmente sólo admite una respuesta igual de sencilla e igual de directa. Y, por supuesto, todos somos libres de contestar lo que queramos, lo que sintamos, aunque ya adelanto que no voy a comprender al que no la tenga.

Sí, el Valencia ha vivido tiempos mucho mejores, pero mucho, y también peores, aunque ahora la memoria colectiva los haya borrado de un plumazo y aquí parezca que eso de ganar ligas pasaba año sí y año no. Tengo casi 50 palos y he visto 2, y Copas 4, incluyendo la del 79 que me cogió con 5 recién cumplidos.

Tengamos un poco de perspectiva, que ni somos carne de descenso ni equipo de media tabla, pero tampoco, por desgracia, de ganar con tanta frecuencia. Bien, volvamos a 2024, en el que un grupo de nanos con Baraja de entrenador, y casi sin fichajes, nos tienen a un punto de Europa en la jornada 33. ¿De verdad nadie tiene ganas de ilusionarse con ellos, de disfrutar este momento, de ponerse nervioso viendo el partido de esta noche y haciendo fuerza hasta que duelen todos los músculos del cuerpo?

Porque me cuesta mucho creerlo, se hace bola pensar que haya tanta desidia, tanto brindis al sol en pos de hitos utópicos, y que no se quiere dar calor y cariño a este grupo de niños que lo está dando todo por el escudo. No sé, es posible que me haga viejo, pero yo conocí otra forma de ser del Valencia, y no tiene nada que ver con Peter Lim.